aguatierravientoasfalto: octubre 2011

Llego al aeropuerto de Santo Domingo donde me espera Juan Carlos. Nos dirigimos a su casa por la costa mientras me enseña la ciudad. Que locura, la gente no tiene respeto por las señales de tráfico, hacen lo que les da la gana y la policía no se inmuta; se saltan el semáforo en rojo, los STOPS como si no existieran, coches haciendo pirulas, motos contra dirección, gente sin casco…

Lo que más me impacto son los autocares, van a rebosar y aun así llevan a gente por fuera, medio colgando y cogidos de las ventanas.

Llegamos a casa y conozco a toda la familia, Juan Carlos y Aimee, con sus dos hijos, Jean Carlos y Marcelo.

Madre mía, no os podéis imaginar el calor que hace aquí.

Cenamos fuera en un restaurante, mis ojos se van a los precios, ver platos por valor de 300, 400, 500… en una franja de segundos me asuste, pero luego caí que estaban en pesos, en lo que 1 dólar equivale a 38 pesos.

El día siguiente visito la ciudad de Santo Domingo con Aimee. Juan Carlos nos advierte de que es muy peligroso y nos hace sacar todas las joyas que llevábamos encima además de llamar a un taxi para que nos acompañe durante el día de visita.

Nos adentramos al centro, los edificios son viejos y no reciben ningún mantenimiento, con lo que las fachadas están en ruinas.

Gente vendiendo cualquier cosa por la calle, desde cargadores y fundas usadas para móviles hasta sombreros y joyas.

La verdad es que es un país muy pobre, nunca me hubiera imaginado que lo fuera tanto.

Aquí la construcción de edificios es manual, disponen de poca tecnología y herramientas, con lo que la mayoría se construye a pico y pala.

Los carros y los camiones están hechos polvo, llevan a los obreros sentados en las cubas de los camiones.

Destrozadas y acaloradas nos acostamos por la noche, una noche criminal, me levanto 2 veces a la madrugada. Porque? Madre mía la que estaba cayendo, una lluvia muy intensa, pero eso no fue lo que me despertó, fueron los truenos, Diooosss! Menudos truenos, casi temblaban las paredes, las alarmas de los coches se disparaban, un completo caos, no se podía dormir con tanto ruido, además de unos relámpagos muy potentes que iluminaban mi oscura habitación. Al final me entro miedo, se ve que aquí no tienen toma de tierra, imaginaros, por eso se queman muchas casas por aquí. Los truenos y relámpagos permanecieron durante 2 horas NON STOP, luego se fueron alejando, pero la lluvia seguía cayendo con intensidad.

Después de la intensa lluvia, nos levantamos para hacer rumbo a Bávaro y pasar todo el fin de semana como una reina.

De camino a Bávaro no despego la mirada de la ventana, pensaba que la ciudad era pobre, pero no sabía lo que estaba por venir. Durante el trayecto cruzamos muchos pueblos, pueblos muy pobres. Las casas eran chabolas, todo descuidado, con agujeros, con poco certeza de que tuvieran agua y baño en condiciones en esas casas. Cuando sales de la ciudad, no hay aceras, los peatones tienen que andar por la carretera, es un peligro, porque ni las carreteras ni los pueblos tienen iluminación pública, algo que nosotros no valoramos porque lo damos por hecho, algo tan básico, que ni si quiera existe en esos pueblos.

Todo el conjunto es un peligro, cero iluminación, no hay aceras, gente conduciendo las motos sin cascos, remolcando a bebes y recién nacidos en las motos o más bien chatarras, sin matrícula, sin luz, dudo que la gran mayoría tengan licencia de conducción, ya que su conducción es pésima.

Motos remolcando a 3 personas, otros conduciendo y arrastrando a caballos, mujeres trasladando ropa y frutas con la cesta montada en su cabeza…

Llegamos al Hotel Meliá Caribe Tropical, hay un choque muy grande, pasas de la pobreza a lujo en cuestión de 1 metro. Allí se encuentran todos los complots hoteleros.

Hacemos el check in. Nos esperan unos días de servicio real con todo incluido.

Me quedo atónita cuando me empiezan a preguntar con que tipo de almohada y sabanas desearía dormir, si de seda, algodón…, alucinaba y esto solo era el principio.

Nos entregan las mejores habitaciones del complot. Habitaciones?? Eso no eran habitaciones, eso eran apartamentos, increíble, cocina, comedor, sala, habitación con jacuzzi en medio, baño, terraza…

Cualquier cosa que deseaba tan solo tenía que marcar un número y pedir.

Cenamos en una marisquería y me pido langostas a la barbacoa. Que langostas, eran 2 langostas de 1 kg, eran muy sabrosas.

Después de la cena nos vamos a ver un show de baile mientras nos tomábamos nuestro coctel.

A las 23h llego a la habitación y tenía el jacuzzi preparado tal y como lo había encargado; con aromas de limon, extra de espuma y pétalos.

Simplemente me tumbo, me relajo mientras escucho música relajante y me tomo una copita.

Me meto a la cama y no tardo ningún segundo en dormirme.

El día siguiente me levanto nueva madrugando a las 6.30h de la mañana. Me pongo las deportivas y salgo a correr a la playa para bajar la cena y hacer un gran espacio para el desayuno.

Me doy un gran paseo por la playa mientras observo esos colores azules, las camas de mimbre, las hamacas… Todo tan perfecto y la gente tan servicial…

Me doy un chapuzón matinal y regreso a la habitación. Me pego una ducha mientras la música suena a todo trapo. A las 9 nos encontramos en el buffet para desayunar. Un buffet enorme, se te hace difícil saber que escoger.

No hay nada como seguir esa vida de relax e ir a la playa a tomar el sol mientras te van trayendo batidos de banana naturales. Me vicie a esos batidos.

Después de disfrutar de unas horas de la playa, ese silencio, paz, tranquilidad… Nos vamos a la piscina y a picotear algo de comida por allí.

No se como describir, una piscina increíble, con una especie de tumbonas dentro de la piscina para que puedas tumbarte dentro del agua mientras tomas el sol y bebes tu coctel deseado.

También hay una zona de jacuzzi y una zona de bar, tienes el bar dentro de la piscina, no te hace falta salir para ordenar la bebida.

Antes de la cena decido ir al MOL del complejo, es el centro comercial, encargo un cochecito de golf para que me lleve y me recoja en la salida. Me pateo todo el centro comercial disfrutando de las tiendas surferas.

Hoy toca cena en un italiano, donde me pido un ossobuco, exquisito es poco, eso sabia increíble, que sabor!!

Después de la cena nos vamos a ver un show que hacían en memoria de Miquel Jackson, increíble, una buena replica, tanto en el físico como en los movimientos y la forma de bailar.

Hubo una canción que se me pusieron los pelos de punta y los ojos llorosos. Esa representación toco la fibra a muchos de los que estábamos presentes.

Después de un choque anímico regreso a mi habitación donde el jacuzzi me esperaba.

Al día siguiente nos esperaba el mismo plan, playa por la mañana, comer y relax total. Encargamos salmón del bueno para comer.

A las 17h salimos del hotel rumbo para Santo Domingo. Un imprevisto nos coge, PUM, de repente el coche deja de funcionar, imaginaros la situación; de noche, por una carreterita estrecha, hecha polvo y llena de baches, campos a los lados, todo muy solitario y en medio de la pobreza y ante el peligro…

Que paso? El coche empezó a ahogarse, primero bajamos a 70km/h, luego a 50km/h hasta alcanzar los 30km/h. Juan Carlos pisando a tope y el coche solo corría a 30km/h, se hizo un viaje eterno y lleno de preocupación. El coche se ahogaba por momentos y con 2 niños dentro el coche. La situación era crítica, llamaron al hermano de Aimee que fuera de camino para recogernos, porque el coche no iba a durar mucho más.

Empezaron las ganas de ir al baño, pero no podíamos parar, si parábamos en medio de la carretera nos jugábamos a que el coche no arrancara, así que el hijo, Jean Carlos, tuvo que orinar en una botella de agua, yo intente aguantar, pero al cabo de 30 minutos tenía la bufeta a punto de explotar, así que me toco orinar en una bolsa de plástico, si si amigos, todo un show.

Finalmente logramos llegar a las casa a las 22.30h con el coche, toda una experiencia. Las risas salían de nuestra cara por pensar en la situación que pasamos.

Tan solo llegar me meto en la cama ya que al día siguiente tocaba madrugar.

Madrugón a las 3h de la mañana para ir en taxi al aeropuerto y hacer rumbo a Miami.

Me despido de la familia. Agradezco por esas vacaciones tan únicas y tan relajantes, fueron unos días increíbles y con buena compañía.
Engordar 4,5kg en 3 dias es aprovechar las vacaciones.

Llego a Miami, a casa de Lilibet a las 11h, pero el día no termina aquí, deshago maletas, pongo lavadoras, vuelvo hacer maletas y a las 13.30h me esperaba un taxi para dar rumbo a Orlando.

Se suponía que habían 4 horas para llegar a Orlando, pues sabéis cuantas horas me pase en ese minibús? 10 horas, ni un minuto más ni un minuto menos, 10 horas, fue un viaje interminable. Fui la primera en ser recogida y la ultima en bajar del minibús.

Almenos el trayecto fue entretenido con el conductor, Jaime, que resultaba ser un colombiano muy chistoso.

Al fin llego a las 23.30h a mi destino y me encuentro con Carlos.

Ahora me esperan unos días FULL de BMX (Bici).

Pura Vida!!